Muestran el drama que causa el exilio para tener trabajo y sobrevivir
Periódico Crónica, Domingo 28 de agosto, 2011
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María Teresa Adalid
Como una metáfora al mundo vertiginoso y caótico de la sociedad globalizada, el dramaturgo alemán Roland Schimmelpfennig explora con su obra El dragón dorado, la soledad e insatisfacción del individuo como onsecuencia del egoísmo inducido por la economía de mercado. El texto que obtuvo el Mülher Drama Prize en 2010 se inspiró en hechos, situaciones y personas que han sido desplazadas, expulsadas y forzadas a emigrar para sobrevivir.
La acción transcurre en la cocina diminuta de un restaurante llamado “El dragón dorado”, donde varios personajes cruzan sus historias, viven, trabajan, y mueren en un mismo edificio.“Observamos a cinco cocineros laborando con frenesí en un espacio reducido. Los considero como un solo organismo que se mueve y está en caos”, comenta Daniel Giménez Cacho, director del montaje.
La identidad de los individuos es incierta, no importa su procedencia, ni nacionalidad, son objetos, desechables, reemplazables, que se pierden en el anonimato del exilio con el miedo constante a ser descubiertos en el Metro, en la calle o donde pasen la noche y ser deportados. “Todos son ilegales, viven en una aparente libertad, esto es una realidad que sucede en Alemania, pero en México se da un rebote de espejo con la situación de los inmigrantes centroamericanos hacia Estados Unidos. Los ilegales sufren ante la falta de derechos y son presa fácil de la prostitución y maltrato. Esto se ejemplifica con un momento en apariencia insignificante, un joven asiático en medio del calor de las estufas y freidoras, grita por el intenso dolor de muelas, pero al no recibir atención médica desencadena un desastre.”
Los compañeros en la cocina extraen la muela con pinzas de presión mientras el muchacho se desangra. La muela sale volando y cae al plato que degustará una solitaria aeromoza que en un punto es capaz de meterse un diente ajeno en la boca. “Vemos cómo sobrevive la gente de pocos recursos pero también distinguimos que la clase más acomodada también tiene sus rutas de éxito, dinero, egoísmo y poca solidaridad que le impiden relacionarse con los demás. Esto lo vivimos hoy y siempre, creemos que al presenciar los problemas ajenos no nos hace partícipes de esa dolorosa realidad y es falso”.
Schimmelpfenning mantiene una visión simultánea de historias aún en la pequeñez del restaurante y la mezcla de estilos. “Muestra que mientras platicamos gente muere, nace, se casa, se separa en este segundo, por ello considero que la vida es difícil de definir, tiene momentos dulces, alegres, tristes, amargos. Maneja el melodrama, la comedia, farsa y tragedia.
En cuanto a los actores los hombres son representados por mujeres; las mujeres por los hombres; los jóvenes por los viejos y viceversa, así lo especifica”.
Por su parte Enrique Singer, director de Teatro-UNAM, destacó que este texto vuelve a los orígenes del teatro en su riqueza primaria. “Es una especie de narración que despoja al teatro de lo que ha acumulado durante siglos al ser llenado de luces y disfraces. Schimmepfennig deja nuevamente al actor solo frente al público para narrar una historia, por eso, asume el papel de distintos personajes. Esto es algo muy moderno y actual”.
El dragón dorado se presenta en el Teatro Santa Catarina. Jardín Santa Catarina 10, Plaza de Santa Catarina, Coyoacán. Jueves y viernes 20:00 hrs, sábados 19:00 hrs y domingos 18:00 hrs hasta el 20 de noviembre.